lunes, 14 de diciembre de 2009

La suerte tiene nombre propio

Suerte se llama Nadya y así se seguirá llamando cuando venga a España…tiene dos años y medio …nunca olvidaré el momento en que la sentí, Gorka y yo estábamos en el despacho de la directora haciendo millones de preguntas hasta que en un momento determinado el corazón nos obligo a girar la cabeza…allí estaba…con sus grandes ojos azules, el dedo metido en la boca y el pie puesto de puntillas como si fuera una bailarina…qué momento…es ella…no puedo contar las veces que me imagine ese momento…tantas veces, tanta lucha, tantas lagrimas, tantas decepciones…se me olvido todo…la directora la cogió y ella se puso a llorar…después la cogí yo cuando estaba un poco más calmada…tan pequeñita, tan delgadina, con esa mirada ojiplatica…inmediatamente apoyo su cabeza en mi y ahí se quedo hasta que oyó hablar a Gorka y decidió seguir chupándose el dedo y observarle de cerca…es curioso como necesitamos el contacto…nos toco el pelo, la cara, la nariz, la boca, las cejas…así fue nuestro primer contacto con Nadya…

No quiero hablar mucho más sobre el viaje porque sinceramente estoy un poco paranoica…pero no quiero que mis opiniones personales puedan interferir de alguna manera en la recta final del proceso…

Hemos conocido a gente maravillosa en este viaje…a gente que de un modo u otro se han convertido en parte de mi vida ya que compartimos el mismo sueño, la misma ilusión, el mismo dolor…

Esperamos el siguiente viaje en el que viajaremos con Nagore…es curioso algo nos faltaba allí y al llegar aquí estamos más incompletos que nunca…

Me marcho con la vida es bella…

Sí, mi corazón siempre estará donde esté tu corazón,
si tú no dejas de luchar.
Y nunca pierdes la ilusión, nunca olvides que al final
habrá un lugar para el amor.
Tú no dejes de jugar, nunca pares de soñar,
que una noche la tristeza se irá sin avisar
y al fin sabrás lo bello que es vivir.